miércoles, 29 de julio de 2009

I.I

Cómo compatibilizar la afición por la muerte, el caos, y la mala fortuna; con el desapego inaudito, que aquella visión ofrece y provoca. Desapego que se convierte en rechazo, y a la vez en morbosidad, incluso en temor.
Una identificación es clave en aquel encuentro, que no media, ni mucho menos une: el azar hace ecos y sombras en aquellas imágenes, y en las propias de mi vida.
Lo enigmático, lo trágico, se convierte en puro horror carcomiendo los sentidos.
El espectáculo concluye: ¿es necesario, pues, intervenir en aquél?.

1 comentario:

Becker dijo...

trágico, interesate, es un pensamiento muy hermosamente expresado que, como pienzo yo, todos tenemos pero hay una parte en la que queria hacer eco: "El espectáculo concluye: ¿es necesario, pues, intervenir en aquél?."
La frase en si me es un tanto pesimista como real pero planteas a la vida como algo que ocurre, que vemos, en ese espectáculo estamos actuando!! .Que queremos hacer con la obra? no tengo idea... pero quiero descubrirlo :)

Te dejo mi msn para charlar si querés aunque rara vez me conecte xD gregoriodaura@hotmail.com